En el marco de nuestra e búsqueda por ofrecer una formación docente y pastoral que responda a los desafíos del presente, nos encontramos profundamente iluminados por las recientes palabras del Papa Francisco a la delegación de la Federación Internacional de las Universidades Católicas.  Las orientaciones brindadas por el Santo Padre, aplicable  a las diversas instituciones formadoras, resuenan con nuestras finalidades fundacionales y se convierten en una brújula para la renovación de nuestro servicio educativo en el contexto actual.

Orientaciones para la Educación Superior católica

El discurso del Papa Francisco, pronunciado el 19 de enero de 2024, a la Federación Internacional de las Universidades Católicas, con su característica sabiduría y claridad, insta a las instituciones educativas católicas a fortalecer sus sistemas educativos en un mundo fragmentado. Nos llama a adoptar una audacia contracultural, globalizando la esperanza, la unidad y la concordia en lugar de sucumbir a la indiferencia y las divisiones. Este llamado a la acción es particularmente relevante en un tiempo donde la educación corre el riesgo de ser reducida a una mera transacción comercial.

Más allá de la infraestructura y la gestión, el Papa enfatiza la necesidad de que las universidades católicas cultiven una pasión por la verdad y un horizonte de significado. Esto implica ir más allá de la entrega de títulos académicos para despertar y cuidar en cada individuo el deseo de ser, de descubrir vocaciones auténticas y contribuir de manera significativa a la comunidad.

El Santo Padre advierte sobre el peligro de ceder a la gestión basada en el miedo y la tentación de aislarse. En su lugar, nos invita a enfrentar valientemente la complejidad de la realidad, evitando convertir nuestras instituciones en eco cámaras de desigualdad y deshumanización. Este enfoque hacia una educación abierta y transformadora es esencial para el desarrollo de individuos íntegros y compasivos.

El discurso del Papa Francisco también recalca la importancia de cuestionar el propósito y el impacto transformador del conocimiento que generamos. En un mundo donde la neutralidad es una ilusión, nuestras instituciones están llamadas a reflejar los valores del Evangelio en todas sus decisiones y acciones.

Llamado a la acción

Invitamos a profundizar la lectura del discurso del Papa Francisco y proponemos algunas preguntas profundas y actividades que pueden ayudar a todos los involucrados en la educación católica a reflexionar y actuar sobre las orientaciones dadas por el Papa Francisco:

• Para Profesores y Educadores: ¿Cómo pueden integrar los principios de esperanza, unidad y concordia en sus métodos de enseñanza? Considere desarrollar un módulo o una serie de clases que explore estos temas en el contexto de su materia.
• Para Estudiantes del Profesorado: Reflexione sobre el papel de la educación en la promoción de la paz y la concordia en un mundo fragmentado. ¿Cómo puede su futura práctica docente contribuir a este objetivo?
• Para Directivos de Instituciones Católicas: Analice las estructuras actuales y los procesos de toma de decisiones en su institución. ¿De qué manera pueden alinearse más estrechamente con los principios de autenticidad, generosidad y servicio propuestos por el Papa Francisco?
• Para Agentes Pastorales: ¿Cómo pueden apoyar y promover una educación que va más allá del mero conocimiento académico para abrazar un humanismo integral que refleje los valores del Evangelio?

Las respuestas a estas preguntas y la participación en estas actividades no solo profundizarán nuestra comprensión de las orientaciones del Papa Francisco, sino que también nos ayudarán a aplicar estos principios en nuestra práctica diaria, asegurando que nuestra oferta formativa sea verdaderamente transformadora y relevante en el mundo actual.